
Autor: Gerardo Esparza Rubio*
Título: Una Mirada Crítica al Nacimiento de los Derechos Humanos
En la actualidad, los derechos humanos se han convertido en una escala de evaluación de la legitimidad de los poderes públicos, debido a que la ciudadanía no siempre ha contado con una protección absoluta que los determine como tal. Dichos derechos se vieron en la necesidad de evolucionar de una forma gradual adaptándose a las diferentes necesidades sociales, políticas, económicas, etcétera, sin embargo, dichos derechos son de corte relativista puesto que dependen del contexto cultural en la que cada sociedad se desarrolle, para así poder asegurar su cumplimento.
Como nos menciona el jurista Norberto Bobbio “los derechos humanos cuentan con un tiempo, edad y un periodo de adaptabilidad” puesto que dichos derechos no pueden ser vistos u otorgados para un grupo o elite social en específico, al remarcar un cierto favoritismo motivado por una condiciona privilegiada en comparación con el resto de los iguales, ya a que su aplicabilidad total es su principal punto de acción, la cual se debe de ver acentuada en un tiempo determinado donde su corte sea de aplicabilidad generalizada.
Como primera referencia al nacimiento de los derechos humanos plasmados en un documento declarativo como tal, encontramos la -Declaración universal de los derechos del hombre- creada en el año de 1948, bajo una necesidad imperiosa de normativizar los derechos que dentro de una población global adquirieron relevancia internacional al ser de común interés. Su origen esencial se encuentra basado en la segunda guerra mundial y la creación de las Naciones Unidas; como nos menciona Carlos Chipoco dentro de su obra “La protección universal de los derechos humanos: una aproximación crítica”, el derecho internacional de los derechos humanos consiste en el cuerpo de reglas internacionales, procedimientos e instituciones elaborada para implementar la idea de que toda nación tiene la obligación de respetar.
Sin embargo, uno de los temas cuyo desarrollo ha evolucionado al crear una gama de protección social, ha sido lo referente a las minorías o comunidades étnicas y pluriculturales, puesto que la aplicabilidad de dichos derechos son determinados bajo condiciones económicas que no todos los Estados pueden adquirir, es decir, si bien es cierto que la protección de los derechos humanos son de índole general sin ningún tipo de distinción o discriminación, su aplicabilidad se verá rotundamente condicionada a las posibilidades con las que cuente el Estado para poder hacerlas valer en su totalidad.
En el mismo orden de ideas podemos determinar que el avance de los derechos humanos se ha quedado rezagado, debido a que el nivel de desprotección en que se encuentran por ejemplo los refugiados, a patriados, inmigrantes, ilegales, ciudadanos en guerra (la guerra como principal factor de violaciones), entre otros, al tener que establecer barreras de protección, ha llegado a un nivel tal en que los países de corte democrático se les recomienda que tenga que poner en práctica políticas de protección a los más desprotegidos, a lo que en materia de derechos humanos se refiera, es por eso que se ha llegado a considerar y tomar como referencia el caso de México, puesto que los derechos tal vez son patrimonio casi exclusivo de universitarios, letrados, ilustrados, empresarios, clase alta y parte de la clase media urbana, al quedar desprotegida la clase mayoritaria o proletariado, la cual en México ocupa el mayor porcentaje de la población.
Hoy en día como de nueva cuenta hace mención el jurista Norberto Bobbio, el asunto esencial de los derechos humanos, no es su creación y fortalecimiento, sino al contrario, su aplicabilidad y el garantizarlos de manera correcta para su pronta ejecución y que de esta manera tanto la justicia, igualdad, bien común, autonomía, solidaridad de las personas sea más plausible y nos dignifique como sociedad.
Por ende, los derechos humanos en la actualidad representa un avance en materia de crecimiento de valores y derechos sociales, al crear una burbuja de estabilidad mediana (por llamarla de alguna manera) creada para protección de los más débiles, sin embargo, en la actualidad y refiriéndome muy en específico al caso de México, la comisión de los derechos humanos no aportan la suficiente fuerza de coacción para obligar a diversas instancias y organizaciones a ordenar y dirigirse por determinado camino de coherencia y respeto hacia los demás. En México y la mayoría de los países de Latinoamérica, los derechos humanos se encuentran en un grado de rezago preocupante, debido a las diversas violaciones que día a día se presentan, vicios que son subsanables con aportes tato ciudadanos como estatales.
A manera de conclusión podemos decir que no todo está perdió, hoy en día, hablar de igualdad constitucional representa uno del mayor avance en materia socio-política del que hagamos mención, gracias a que dicha igualdad, representa el estatus funcional de una democracia activa participativa dentro del Estado mexicano, la evoluciones socio políticas con tintes culturales desarrollan un proceso de adaptabilidad que si bien es lento, es constante.
No está de más el mencionar que en México la igualdad constitucional se encuentra establecida en el párrafo primero del artículo 4º de nuestra carta magna, en donde se establece que tanto el varón, como la mujer serán iguales ante la ley y para tales efectos, dicho párrafo representa el agrupamiento social lejos de esa endeble separación de clases e inclusive géneros.
Por su parte, la igual designa un concepto relacional, no una cualidad de una persona u objeto, al hacer que la igualdad prohíba tajantemente la discriminación motivada por el origen étnico, origen nacional, genero, edad, capacidades diferentes, salud, religión, opiniones, preferencias, estado civil, personal o cualquier otra u otro agente que atente contra la dignidad humana, la hacer por lo tanto plausible el desarrollo igualitario de género y llevar con esto la igualdad para todos.
Si bien en cierto que la igualdad en nuestros días, representa uno de los mayores avances a nivel político, social y jurídico etcétera, todavía queda un camino largo por andar, trabajar para así y solo así dignificar al Estado mexicano.
*Gerardo Esparza Rubio es Licenciado en Derecho y candidato a Maestro en Derecho dentro del área de Humanidades por la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario