lunes, 9 de diciembre de 2013

El Nuevo Leviathan


Autor: Teresa M.G. Da Cunha Lopes

Titulo: El Nuevo Leviathan



Nuestro cotidiano, es un medioambiente hiperconectado, en el cual el individuo está sumergido en un océano de información y es la fuente primera de datos.

Los avances en las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC's) están revolucionando prácticamente todos los aspectos de la vida y facilitan el acceso a la información de una forma exponencial.



Tal está obligando a los gobiernos y las administraciones públicas a cambios operacionales, que están explorando las nuevas formas de interactuar con los ciudadanos, con el fin de proporcionar mejores servicios administrativos y crear diversos niveles de participación ciudadana .



Estos nuevos contextos tienen, también un enorme impacto en el el sector privado y en las relaciones interpersonales. Por una parte, esto exige que las administraciones públicas, proveedores de Internet y los gerentes de negocios, hagan una reingeniería de sus procesos con el fin de beneficiarse de las TIC, mientras que, por otro lado, tienen que facilitar el acceso de los ciudadanos a su información personal y estar plenamente en el cumplimiento de los derechos constitucionales a la privacidad y a la protección de datos personales de los mismos y, al mismo tiempo, introducir nuevos procesos automatizados solicitados por una ciudadanía consciente del potencial de las TIC.



Estamos, por lo tanto, ante el comienzo de una revolución que va a redefinir el Estado de derecho, las estructuras laborales y las interacciones sociales. Estas transformaciones jurídico-sociales son provocadas por elementos, tan diferentes en su naturaleza, como por ejemplo: a) un cambio en los conceptos de soberanía del Estado, b) las nuevas preocupaciones por la seguridad internacional y, c) el uso regular de las bases de datos que permiten almacenamiento masivo de información o redes que permiten comunicaciones rápidas y seguras .



Esta revolución está contemplada en muchos gobiernos en planes estratégicos de TIC, tal como en el caso de México con la nueva Agenda electrónica, pero aún no ha sido plenamente realizada en cualquier país. Muchas cuestiones siguen siendo objeto de debate, incluidas las relacionados con las regulaciones existentes (o la falta de normativa) para la seguridad y protección de datos personales .



Las Constituciones de diversos países reconocen el Derecho a la Intimidad que implica, como lo han establecido en sus criterios jurisprudenciales el Tribunal Constitucional de Portugal o la Suprema Corte en México (para citar dos ejemplos), la existencia de un ámbito propio y reservado frente a la acción y conocimiento de los otros, necesario para mantener una calidad mínima de la vida humana. Además, también ha sido constitucionalizado el derecho a la protección de los datos de carácter personal que garantiza a los individuos un poder de disposición y control sobre ellos.



Ahora bien, la utilización de las nuevas tecnologías puede facilitar la vulneración de la Intimidad de las personas. Las nuevas tecnologías permiten acceder y agregar datos personales dispersos que de esta manera faciliten un perfil de la persona afectada, cosa difícilmente realizable sin ellas, al menos no sin abonar unos costes muy elevados. También permiten poder conocer las actividades realizadas al navegar por Internet, saber si se visita una página u otra o si se compra determinado producto, o cuales son nuestras preferencias políticas y nuestro círculo de relaciones sociales, laborales y familiares.



Todo eso sin que la persona afectada tenga conocimiento de ello y sin dejar, practicamente, ningún rastro o huella de esta vigilancia continua. En este contexto, el individuo no puede realizar ningún control efectivo sobre esos datos ni sobre el uso primario o derivado que de ellos se realiza.



Para contrarrestar los riesgos inherentes a la evolución de las estructuras de la Sociedad de la Información y del Conocimiento y, al mismo tiempo, para aprovechar las posibilidades reales de la misma, deben establecerse algunos nuevos principios generales si se desea que los ciudadanos (todos nosotros) de esta nueva Telepolis estén mejor protegidos y tengan mayor (y real) control sobre su entorno.

Teresa Da Cunha Lopes es Doctora en Derecho. Profesora-Investigadora de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la U.M.S.N.H. e Investigador del Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales(CIJUS). Miembro del S.N.I. y Perfil PROMEP. Coordinadora del Cuepo Académico "Derecho,Estado y Sociedad Democrática". Directora de la Revista DBN y de la Revista RICJ