martes, 13 de agosto de 2013

Nuevas Tecnologías: Nueva "Revolución" sin las Mujeres



Autor: Nilda Garay Montañez

Título: Nuevas Tecnologías: Nueva "Revolución" sin las Mujeres

Puede verse que en esta “revolución masculina” la idea de solidaridad es parcial. Es un pensamiento solidario que sólo se enfrenta a los deseos monopolizadores como por ejemplo el de Microsoft, pero la solidaridad por una igualdad real donde se incluya la presencia de la mujer y la visión feminista no se plantea.

Internet es el referente clásico de las nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). Mientras el mundo desarrollado disfruta de estas formas novedosas de comunicación, para los países pobres son todavía una aspiración. No obstante esta brecha digital, las TIC se imponen como una necesidad básica pues pretenden convertirse en una herramienta de comunicación con “vocación universal”. En el debate intelectual es una premisa común y aceptada que la introducción de la tecnología informática está cambiando la humanidad estableciendo una cultura tecnológica con importantes repercusiones. ¿Y es esto así?

El auge de la globalización de Internet y el uso masificado de los ordenadores está poniendo en tela de juicio los esquemas del pensamiento occidental que hasta el siglo XX organizaron los Estados democráticos sobre la base de la libertad, igualdad y el respeto a la propiedad. Uno de los objetivos de las democracias estaba dirigido al logro de la justa distribución de la riqueza y el bienestar social para la ciudadanía. A mitad de su recorrido, los sistemas democráticos están retrocediendo por lo que van adquiriendo cada vez más un carácter fundamentalista imponiéndose aún por la fuerza de las armas en un mundo donde la cibernética trastoca los valores humanísticos. En estas circunstancias se vaticinan grandes cambios para alcanzar la ansiada libertad e igualdad y la esperanza se mantiene en el avance de la tecnología. Las ciencias sociales y jurídicas y las humanidades han dejado paso así, casi en soledad, a la “exitosa” técnica.

En el mundo de las nuevas tecnologías ha surgido la lucha por la libertad. Hay una “nueva revolución” especialmente con la participación de jóvenes generaciones y en su mayoría personas de sexo masculino. En su retórica “los rebeldes de la tecnología” apelan al derecho al free software o software libre (programa abierto) para que los programas informáticos se adapten a cada realidad o necesidad de quienes los usen. Según Richard Stallman, uno de los representantes, del pensamiento del software libre, se reivindica la libertad de usar, de ejecutar el programa informático dónde y como uno quiera; de modificarlo y distribuirlo; de saber cómo está hecho, así como de distribuir las mejoras y colaborar para que otras personas también se beneficien de las modificaciones. Esta posición se sostiene además en el principio de solidaridad. Su filosofía es la de compartir y distribuir información libremente. En esta nueva batalla el eslogan es: El software libre hará libre al hombre. ¿Y a las mujeres? Desde finales del siglo XX, con la aparición de las TIC, el capitalismo intenta incluir dentro de la propiedad privada y de la idea de maximización de beneficios económicos, al conocimiento y la información. Pero, se trata de bienes que por su naturaleza no son fácilmente cuantificables y mesurables. Con las nuevas tecnologías la reproducción de la información es más económica. La duplicación y copias de cualquier software es instantánea e infinita, las descargas de obras culturales a través de las redes P2P ya forman parte de la cultura tecnológica.

Así pues, el auge de las TIC tiene una implicancia subversiva para el capitalismo, puesto que cuestiona la noción de propiedad y desafía los criterios de escasez. La información y el conocimiento no se agotan con el uso. Al contrario, cuanto más se comparten más se amplifican, la información y el conocimiento son inmateriales, no se destruyen al ser consumidos y sus costos de reproducción tienden a cero (Davis y Stack, 1992). Su tendencia obviamente es más socializadora que individualista. Para revertir esta tendencia las fuerzas empresariales más poderosas buscan ampliar la noción de la propiedad intelectual para aplicarla especialmente en el campo informático (Katz, 2000: 207)

Batallas en el ciberespacio por la propiedad masculina

Tres conceptos jurídicos se encuentran en pugna en el ciberespacio: el derecho a la propiedad, el derecho a la libertad de expresión y el derecho a la intimidad. Tal como se ha explicado, una de las batallas está centrada en el derecho a la propiedad privada y específicamente a la propiedad intelectual y su sistema de patentes. La posición de la comunidad por el software libre impide que se ponga barreras a la cultura y a su diversidad, no quiere que se amplíe el régimen de patentes y derechos de autor. Obviamente, el sistema jurídico que regula la propiedad intelectual, especialmente lo relacionado con las patentes y el derecho de autor no ha dado los “pasos de gigante” como sí lo han hecho las tecnologías unidas al libre mercado por lo que se reivindica una regulación justa con el fin de evitar la mercantilización de las creaciones culturales.

Resulta que la libertad, que es la base del software libre, contiene una ideología eminentemente económica íntimamente ligada a la distribución de la propiedad y del poder sobre las herramientas tecnológicas sólo entre varones. No se critica el contenido de la propiedad privada que se sostiene en la desigualdad máxime cuando se trata de mujeres y hombres. En este caso, las dos fuerzas de la contienda están formadas básicamente por comunidades de varones. La propiedad en general y en el sector de la economía de la información está en manos de una minoría masculina. Se trata una vez más, de la repetición histórica de luchas parciales para que la propiedad no se concentre en unos pocos, sino que se “reparta democráticamente” en el mundo masculino. No nos engañemos, a día de hoy las democracias occidentales “evolucionadas” siguen sustentándose en esquemas patriarcales desiguales. Es en estos escenarios con sistemas occidentales supuestamente avanzados, donde está en marcha la “revolución tecnológica”.

En esta medida, la democratización de las TIC estará determinada sólo entre quienes puedan acceder a ellas y obviamente quienes no tienen esta posibilidad son las mujeres debido al sistema económico y social desigual que caracteriza a las actuales democracias, ya que tienen un salario menor que los varones y socialmente se les ha asignado roles que las alejan del conocimiento técnico. Esta desigualdad no forma parte de la agenda de la “más esperada revolución” que se avecina.

En el mundo de la ciencia y tecnología no se ha tomado en cuenta el aporte y los avances que sobre igualdad real brindan las teorías feministas. Por esto en la comunidad por el software libre, las concepciones de libertad, igualdad y propiedad descansan aún en visiones tradicionales impregnadas de una jerarquía patriarcal que ignora la participación igualitaria de las mujeres. Lo mismo sucede en las mentalidades de quienes reivindican en nombre del capitalismo neoliberal, la mercantilización de la información y el conocimiento, es decir, la privatización total del software. Por tanto, los cambios que puede producir la libre expansión de las nuevas tecnologías no alcanzará a transformar viejas concepciones sobre las cuales tienen su base las estructuras económicas, jurídicas y culturales.

La propiedad es una categoría jurídica en la cual se incluyó sólo formalmente a las mujeres cuando, recientemente, ingresaron al mercado laboral, pero en condiciones desiguales. Sin embargo, no tiene participación igualitaria en el sistema de la propiedad, mucho menos en el ámbito tecnológico. Esta es una prueba de la exclusión de las mujeres en esta lucha. La propiedad intelectual de los programas informáticos está en debate sin importar que este tipo de propiedad surgió y se ha mantenido sobre la base del ideario masculino.

En efecto, la propiedad intelectual, materia del “litigio ideológico” es una abstracción producto de la perspectiva masculina. La posibilidad de crear conocimiento e inventar objetos considerados importantes ha sido tradicionalmente considerado como una función únicamente de los hombres. Esto sucede porque hasta el siglo XX la mujer no podía ejercer la administración de sus bienes, legalmente no se le permitía. Otra de las razones es su difícil acceso a la educación. Los estereotipos las relegaron al margen de la propiedad, mucho más de la propiedad intelectual.

La brecha digital de género

En este escenario de la era de la información hay una brecha digital que refleja el desfase que se da en el orden económico, social y jurídico. Son desigualdades que hunden sus raíces en un tipo de desigualdad universal: la de género, pues el acceso y el uso de las TIC están muy relacionados con el nivel de ingresos económicos. En este contexto, la población mundial con menores recursos económicos está representada en su mayoría por mujeres. El círculo se cierra. La brecha digital también es de género.

El acceso a las nuevas tecnologías indiscutiblemente está en función de la capacidad adquisitiva. Así, las mujeres, además de no participar en la creación, diseño y desarrollo de la ciencia tecnológica y no tener acceso igualitario en su utilización, se convierten sólo en meras usuarias. Las condiciones de igualdad en este aspecto están ausentes. La aparición de las nuevas tecnologías y la pugna por su masificación, en su esencia, repiten prejuicios y esquemas heredados de la “respetada” ilustración patriarcal que se mantiene intacta en la comunidad científica y técnica, determinada por la hegemonía de la visión masculina.

Ciencia y tecnología: el miedo a la igualdad

Actualmente, en el mundo de la ciencia y tecnología la presencia femenina es escasa. En el Informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas – CSIC sobre La situación de las mujeres en el Sistema de Ciencia y Tecnología (2004), se señala que “como siempre, es en Ingenierías y Tecnologías donde las mujeres están en franca minoría”. Este Informe ofrece datos cuantitativos y objetivos con el fin de analizar las circunstancias y paliar esta situación de desequilibrio y desigualdad. Los roles de género se han introducido en las ciencias y en general lo que se demuestra es que en pleno siglo XXI éstas también siguen siendo sexistas.

En el citado Informe se comprueba que las mujeres están relegadas a determinadas disciplinas y a ciertos trabajos marcados por el sexo o “típicamente femeninos” como las Humanidades y las Ciencias Sociales. Si bien, en la última década las mujeres se han incorporado a las Ciencias de la Salud, este hecho podría considerarse como una extensión “profesional” del rol de cuidado tradicionalmente asignado y asumido por, las mujeres. “Eso se traduce, entre otras cosas, en que determinadas carreras sean más “femeninas” que otras y en que ciertos trabajos, “feminizados”, adquieran menor valor que otros”.

En el recorrido de datos que ofrece el citado Informe se constata la escandalosa ausencia de las mujeres en el campo de las ingenierías y de las investigaciones sobre las TIC. Esta situación de injusticia, por razón de discriminación de sexo en ciencia y tecnología es muy similar al Study on the Status of Women Faculty in Science at MIT (1999) que elaboró el Massachusetts Institute of Technology – MIT sobre la marginación de las mujeres en la Facultad de Ciencias. Este Centro de reconocido prestigio en investigación tecnológica ya hizo notar su preocupación por la discriminación de las mujeres en este ámbito científico. En él se concluye que la ausencia femenina se debe a los patrones culturales machistas que se recrean en el ámbito científico y se alude a la presencia de la discriminación de género sutil pero penetrante en áreas científicas y tecnológicas.

En efecto, en el campo de la ciencia y tecnología de la información las mujeres se encuentran excluidas y relegadas a un papel secundario. En la estructura académica y en la praxis, la jerarquía está basada en función del sexo, de ello se deriva la imposibilidad de la integración de las mujeres como científicas, inventoras y creadoras de cultura. Las metodologías de las ciencias básicas que nutren a la tecnología adolecen de prejuicios sexistas que se derivan en “verdades científicas” que es necesario erradicar y transformar. Un ejemplo de estos prejuicios está en el pensamiento de Mario Bunge quien afirma que uno de los enemigos de la investigación científica es el Oscurantismo posmoderno representado, entre otros, por pensamientos débiles como la filosofía femenina ya que ésta considera la ciencia, y en general la racionalidad y la objetividad, como “falocéntricas” (Mario Bunge, 2003)

Si la unión de la ciencia con la técnica es tan íntima es lógico comprobar la herencia androcéntrica en el mundo de las tecnologías. La tradición dominada por esquemas masculinos, afecta a la metodología de las ciencias pues hay un nexo entre ciencia y los contextos sociales y culturales, donde se desarrolla la investigación científica y tecnológica. Esta situación se plantea en el último Informe del CSIC Mujeres Investigadoras (2005) en donde se hace una autocrítica respecto del personal investigador de plantilla del CSIC que está constituido en la actualidad por un tercio de mujeres y dos tercios de hombres. Esta situación es similar a la media de las instituciones públicas de enseñanza superior e investigación de la Europa-25.

Por su parte, en el estudio sobre Las políticas nacionales sobre la mujer y la ciencia en Europa (2002) realizado por el Grupo Helsinki también concluye que “cuanto más se asciende en la jerarquía académica, menor es la proporción de mujeres. Las mujeres constituyen en todos los casos una pequeña minoría de las personas que ocupan los puestos científicos de mayor responsabilidad”. Este estudio que fue elaborado a partir de investigaciones llevadas a cabo en treinta países, pone de manifiesto el derroche del potencial femenino en el campo especialmente de las ciencias. El sistema de creación del conocimiento aún está cargado de prejuicios “científicos” excluyentes cuando se trata de lo femenino.

Al respecto, el Documento sobre Mujeres y Ciencia (2004), elaborado por el Grupo de Opinión del Observatorio de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona, corrobora que transcurridas varias décadas desde la incorporación masiva de la mujer a la educación superior (las mujeres constituyen más de la mitad de la población de estudiantes de licenciatura y el 55 % de graduados a la UE), la presencia femenina no se refleja en los niveles superiores de la carrera científica. En el sector del trabajo sucede lo mismo. La OIT en su Informe Trabajo en la Economía de la Información (2001) señala que a nivel mundial las mujeres están sub-representadas en todas las estructuras de decisión en el ámbito de las TIC. La toma de decisiones sobre TIC suele ser tratada como un área puramente técnica (para hombresexpertos).

No obstante haber una inclinación cada vez más acentuada de parte de las mujeres hacia las ciencias, cabe la pregunta que hace la Revista de la Investigación Europea I +DT info de la Comisión Europea: La ciencia, “¿les abre sus puertas?, ¿qué haría falta para que las cosas cambiaran?”. Para muchos, simplemente, el que las mentalidades evolucionaran. No cabe duda que el mundo científico, especialmente de las llamadas ciencias “exactas”, está hecho a la imagen de la sociedad. Una sociedad que se niega a percibir claramente la discriminación por razón de sexo. Esto no significa que las demás ciencias como las ciencias sociales y jurídicas estén exentas de dogmas impuestos por la autoridad científica masculina. Claro que adolecen del mismo defecto. El actual sistema cognitivo sustentado en la razón y en la cosmovisión masculina mantiene sus dogmas y autoproclama su universalidad. Los prejuicios de la ciencia, ¿acaso sirven para ocultar y mantener desigualdades? ¿Hay temor frente a la perspectiva femenina?

La tecnología de la información y comunicación está generando la producción acelerada de cultura, pero cualitativamente la producción cultural obedece aun a los cánones establecidos por la elite patriarcal la que ahora se ha dividido entre los que quieren transformar la cultura en un bien rentable económicamente y los que quieren su socialización. En la contienda tecnológica, donde casi todas las mujeres son observadoras, los actores, que son en su mayoría hombres de ciencia y tecnología, no reparan en la necesidad de igualdad real de mujeres y hombres; pues son quienes ahora batallan por el software libre sin darse cuenta que se trata una vez más de una lucha que se cimienta en una desigualdad universal: el dominio de la visión masculina sobre la femenina. Cada combatiente de uno y otro lado, despliega sus esfuerzos por la libertad de información y la aplicación de las nuevas tecnologías en la plácida ignorancia de todas las mujeres que trabajan y desean trabajar a su lado en la construcción de una sociedad más libre y más igualitaria.

Solidaridad incompleta en la nueva era

Hoy en día las acciones de la comunidad “revolucionaria”, además de expresarse en las calles y utilizar los medios de información a través de la red, mantienen actitudes y pensamientos tradicionales, ya que se trata de una guerra entre propietarios o potenciales propietarios masculinos que pretenden mantener su universalidad, ahora, en el terreno de la propiedad intelectual. De continuar así sus resultados serán poco revolucionarios. La pregunta es, ¿por qué la llaman “nueva revolución” si la base de la lucha no tiene nada de nuevo salvo el uso de una novedosa herramienta? La sociedad podría ser la misma aun con la masificación de las TIC, ya que, en su esencia, los roles culturales en plena batalla siguen siendo los mismos. No es que se pretenda desalentar a estos nuevos militantes por la libertad de las nuevas tecnologías, el problema es la desilusión que producen las acciones que intentan cambiar paradigmas sobre la base de los mismos que se critican manteniendo un estado de desigualdad y sin tomar en cuenta su propia filosofía: la solidaridad.

Puede verse que en esta “revolución masculina” la idea de solidaridad es parcial. Es un pensamiento solidario que sólo se enfrenta a los deseos monopolizadores como por ejemplo el de Microsoft, pero la solidaridad por una igualdad real donde se incluya la presencia de la mujer y la visión feminista no se plantea.

Ante estas críticas uno de los argumentos de los “nuevos revolucionarios” podría ser: “esta tarea es solamente de las mujeres, que ellas se encarguen de esta revolución”. El conocido techo de cristal tan institucionalizado demuestra que esta tarea tiene que apoyarse en una idea más completa de solidaridad y lucha conjunta de mujeres y hombres que creen en los grandes cambios con justicia. La concepción de cooperación y solidaridad en que se basan los aliados por el software libre tiene que complementarse con la igualdad real para alcanzar sus fines. Solo así su revolución será efectiva.

El movimiento social por el software libre no debe significar la mera repetición de muchos otros. Tal como ocurrió en la lucha por la República, en las guerras de las ex colonias, en la lucha por la democracia frente a la dictadura, por la igualdad entre criollos e indígenas. En todas estas pugnas las mujeres no participan ni obtienen beneficios en igualdad de condiciones. La lucha es sólo por una igualdad formal y solidaridad parcial. No se percibe que la base el fundamento para alcanzar una mentalidad emancipadora es que la mujer acceda a un estatus de igualdad real para que pueda reflejarse también en el ciberespacio.

La izquierda en el ciberespacio

Históricamente las revoluciones en el mundo sólo produjeron cambios violentos en las instituciones políticas, económicas o sociales sin cambiar la estructura cimentada en el imperialismo cultural androcéntrico. La generación precedente a esta comunidad de jóvenes, especialmente europeos, defensores del software libre, abrazaron la cultura militante de izquierdas en pos de la construcción de democracias sociales más igualitarias. La joven generación que hoy se enfrenta al sistema capitalista, que con su lógica del lucro pretende monopolizar esta herramienta de información y comunicación, son descendientes de las parejas de entonces que lucharon por los derechos sociales y alguna vez aspiraron a la igualdad real de hombres y mujeres. Sin embargo el gran problema actual de exclusión de la mujer en la investigación, creación y aplicación de la ciencia y tecnología así como en la propiedad y los beneficios que reportan, no se resuelve. Entonces, ¿qué ha pasado? Surge la necesaria crítica ante un panorama de repeticiones de viejas luchas con los mismos errores de discriminación de la mujer en la producción científica y cultural y en la tenencia de la propiedad.

Las críticas y cuestionamientos se extienden a la labor pedagógica de los pensadores, activistas y padres y madres que alguna vez creyeron que era posible un mundo mejor. La herencia de la izquierda y del feminismo no ha logrado sus objetivos. Los resultados de esta ineficacia se plasman en la “nueva revolución”, en su creciente cultura tecnológica. Los herederos de los utópicos sobre un mundo más justo no recibieron toda la masa hereditaria ideológica de la izquierda ya que sus movimientos sólo buscan cambios formales y no profundas transformaciones en los cimientos de los sistemas que critican.

Cabe preguntarse entonces, con la total entrada de Internet en el ámbito “doméstico”, las madres, hermanas y abuelas de esta juventud “revolucionaria” ¿seguirán con sus roles establecidos o se repartirán las labores de la casa por igual y sin distinción de sexo? Con la llegada del tele-trabajo y del uso de las nuevas tecnologías en el mundo laboral, las categorías jurídicas del derecho del trabajo están sufriendo grandes cambios. Pero el hecho de trabajar desde casa, sin salir de ella, ¿producirá una mejor distribución de roles en el cuidado de la prole, en la atención a las personas mayores y en las labores domésticas? ¿Qué cambios se producirán cuando se patenten las recetas de cocina? Es necesario que la distribución del trabajo del hogar y del cuidado de la descendencia en una pareja cambie en esta era cibernética. ¿Se inmutan los “revolucionarios tecnológicos” frente a la negativa de los gobiernos a corregir los roles de género en la educación, en el derecho y en las ciencias en general? ¿Han pensado en las razones de la ausencia de las mujeres en la investigación, estudio y aplicación de la informática?

Relaciones de género en el ciberespacio: más de lo mismo

La tranversalidad de género en la enseñanza de la informática está ausente. En el sistema educativo no se ha planteado si su lenguaje y diseño tiene la posibilidad de integrar lo femenino. El resultado es lo que importa y el resultado de las aplicaciones de las TIC se enmarca en un escenario masculino. Dado que el ciberespacio no está aislado de la sociedad en general, la información y comunicaciónque alimenta la cultura tecnológica se la aprehende como producto de información y comunicación que se da en el espacio global equivalente al público y no al doméstico. Así, se recrean los estereotipos de la división del mundo entre lo público y privado, lo masculino y femenino, lo científico técnico y lo que no lo es. Se reproducen entonces las jerarquías patriarcales.

Precisamente, los contenidos en el ciberespacio en su mayoría recrean los roles de género donde la mujer aparece como un objeto, con comportamientos pasivos o dirigidos al servicio. Esta situación se verifica en los videojuegos, en la misma red Internet en general y en los contenidos del sistema multimedia. Aquí priman los esquemas masculinos. Dado el carácter interactivo en la obtención de la información y en desarrollo de la comunicación las pautas culturales penetran los sentidos, por lo que la recreación de modelos sexistas se afianza. En este contenido sexista evidente, se pone de manifiesto la cultura patriarcal de los creadores, desarrolladores y aplicadores de esta herramienta. El mundo virtual está impregnado de contenidos que expresan la discriminación por razón de sexo que se da en el mundo real. Los defensores por la libertad de las TIC no han puesto de manifiesto tal desigualdad. ¿Qué hacer?

Una de las estrategias de los “revolucionarios” debería estar orientada a la alianza con las mujeres para conseguir la justa distribución del uso de la nueva herramienta y la participación igualitaria en la investigación y creación del conocimiento y de la cultura. Esta crítica a los objetivos de los movimientos sociales que quieren cambiar el mundo de las TIC propone la construcción de nuevos paradigmas de socialización mediante la unión de fuerzas de mujeres y hombres que creen que estos cambios son posibles. Se ha corroborado que las imposiciones de roles según el sexo también afectan negativamente a los hombres.

Ya en su momento el socialismo utópico en el siglo XIX llamó la atención que no se pueden intentar cambios en la humanidad sin la participación de más de la mitad de la humanidad misma: las mujeres. Cabe resaltar el llamamiento de Flora Tristán a la unión de mujeres y hombres en igualdad de condiciones puesto que en tanto ellas dejen de ser siervas, los varones se beneficiarán de la libertad de las mujeres (Flora Tristán, 1977: p. 127). Además de creer en la verdadera colaboración de ambos sexos por la emancipación de la humanidad, Tristán recalcaba que “La ley que esclaviza a la mujer y la priva de instrucción, os oprime también a vosotros hombres proletarios… En nombre de vuestro propio interés…en nombre del bienestar universal de todos y de todas os comprometo a reclamar los derechos para la mujer” (Ibíd., 1977: 129-131).

Al igual que la Revolución Industrial supuso la consagración de las esferas pública, privada (con la exclusión de las mujeres) y doméstica (con la reclusión de las mujeres) por producirse en un claro contexto de desigualdad ahondada ésta en la actualidad. Lo mismo está sucediendo en el proceso de la revolución de las nuevas tecnologías puesto que también se produce en una clara situación de dominio masculino producida por la desigual distribución de la riqueza concebida ésta como conocimiento científico y tecnológico.

La comunidad revolucionaria por la libertad de las TIC tiene que renovarse y reinventarse tomando en cuenta la libertad pero sin dejar de lado la solidaridad para lograr una justicia más universal: la igualdad real de mujeres y hombres. Igualdad que respete las diferencias biológicas pero que tome en cuenta la igualdad real sin la imposición de roles sociales determinados por el sexo. De lo contrario estas nuevas tecnologías junto con el grupo de “revolucionarios” y sus contendores no generarán cambios sustanciales, salvo en los signos del lenguaje.

En efecto, esta “revolución” podría quedarse como un proyecto inacabado en sus afanes liberadores de la cultura y del conocimiento, tal como sucedió con la aparición de la imprenta en Occidente o cuando se llevó a cabo el proyecto enciclopédico cuyo deseo fue el de difundir el saber. El proyecto de solidaridad orgánica que alguna vez abrazaron los enciclopedistas no incluyó la participación de las mujeres. ¿De qué solidaridad se trató? El saber y la información se materializaron y se difundieron solo en una parte de la humanidad, representada solamente por la masculina. Así lo demuestran los estudios antes citados sobre los “avances” en ciencia y tecnología y la exclusión de la perspectiva femenina. Del mismo modo que hasta la actualidad, la situación de discriminación por razón de sexo se mantiene también en el sistema menos malo: el democrático.

El proyecto solidario de los contestatarios del mundo de las nuevas tecnologías tiene la alternativa de apoyar el sentido de su causa común en una nueva alianza incorporando en su ideario el conocimiento que ofrece el feminismo y la perspectiva de género. La condición humana incluye lo femenino; si se busca una revolución tecnológica más justa, es hora de pensar en una verdadera alianza y en igualdad de condiciones de mujeres y hombres. El reto está en establecer nuevas fórmulas de lucha más abiertas donde haya espacio para las mujeres: las ignoradas en las ciencias, la técnica, en la cultura democrática y en la lucha por la propiedad intelectual. Las nuevas fórmulas que puedan surgir en la contienda por lograr software libre y por evitar la manipulación de las creaciones culturales implican profundas transformaciones en la humanidad y la humanidad es también femenina.

Referencias electrónicas

Mario Bunge “Cómo criar y cómo matar la gallina de los huevos de oro” (en línea) Discurso por la Solemne Investidura como Doctor “Honoris Causa”. Universidad de Salamanca, Salamanca: Universidad de Salamanca, mayo de 2003 (Consulta: 5/02/06) http://www.usal.es/gabinete/protocolo/Discurso_Mario_Bunge.pdf

R. Gonzàlez Duarte (coord.) “Documento sobre Mujeres y Ciencia” (en línea) Grupo de Opinión del Observatorio de Bioética y Derecho. Universidad de Barcelona. Barcelona: Universidad de Barcelona, septiembre de 2004 (Consulta: 7/02/06 ) Disponible en: http://www.ub.es/fildt/bioetica.htm

Comisión Europea “La otra mitad de la investigación”. (en línea) en I +DT info Revista de la Investigación Europea. Bruselas, agosto, 2003 (Consulta: 7/02/06) http://europa.eu.int/comm/research/rtdinfo/special_rh/article_139_es.html

Comisión Mujeres y Ciencia en el CSIC. “Informe Mujeres Investigadoras 2005” (en línea) . Madrid: CSIC, 2005 (Consulta: 7/02/06 ) http://www.csic.es/mujer_ciencia.do

Grupo de Helsinki sobre mujeres y ciencia “Las políticas nacionales sobre la mujer y la ciencia en Europa” (en línea) Bruselas: Comisión Europea, 2002 (Consulta: 7/02/06) http://www.cordis.lu/improving/women/home.htm

Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitación de las Naciones Unidas para la Promoción de la Mujer (INSTRAW) “Informe sobre mujer y pobreza” Revisión y valoración de la implementación de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (en línea), República Dominicana, 2005 (Consulta: 7/02/06) http://www.un-instraw.org/es/

Massachusetts Institute of Technology “A Study on the Status of Women Faculty in Science at MIT” Massachusetts: MIT, marzo, 1999 (Consulta:5/02/06 ) http://web.mit.edu/fnl/women/

OIT Informe Trabajo en la Economía de la Información (en línea) Ginebra: Naciones Unidas, 2001 (Consulta:5/02/06 ) http://www.ilo.org/public/spanish/

John Perry Barlow “Declaración de Independencia del Ciberespacio 1996” (en línea) Biblioweb. www.sindominio.net (Consulta: 7/02/06) http://www.sindominio.net/biblioweb/telematica/manif_barlow.html

Richard Stallman. Filosofía del Proyecto GNU (en línea) Fundación para el software libre. Boston, 1996 (Consulta: 7/02/06) http://www.gnu.org/philosophy/philosophy.es.html

Referencia Bibliográfica

David Bravo. 2005 Copia este Libro. Madrid: Dmem S.L Ver también Copia este libro (en línea) http://www.filmica.com/david_bravo/archivos/001828.html

Jim Davis y Michael Stack. 1992 “Knowledge in production”. Race and capital, vol. 34, n.º 3, 1992, Londres en Claudio Katz “Mercantilización y socialización de la información y el conocimiento” en Política y Sociedad Revista de la UCM. Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, 33, enero-mayo, Madrid, pp. 207-216

Claudio Katz. 2000 “Mercantilización y socialización de la información y el conocimiento” en Política y Sociedad Revista de la UCM. Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, 33, enero-mayo, Madrid, pp. 207-216

Flora Tristán. 1977 Unión Obrera. Barcelona: Fontamara

Publicado con anterioridad en : Mujeres en Red

Nilda Garay Montañez es Doctora en Derecho. Profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de Alicante. Ha Realizado estancias de Investigación en la Universidad de Bologna, Italia y en la Universidad de Lima, Perú. Profesora visitante de la Pontificia Universidad Católica del Perú, PUCP.

Los Riesgos de Trabajo




Autor: José Gómez Porchini

Título: Los Riesgos de Trabajo


Quiero platicar con usted, que sabe y entiende las penurias por las que pasa quien llega a sufrir un accidente laboral, lo que realmente implica un riesgo de trabajo.

Para empezar, debemos establecer que riesgos de trabajo son los accidentes y enfermedades a que están expuestos los trabajadores en ejercicio o con motivo del trabajo, según el artículo 473 de la “reformada” Ley Federal del Trabajo. En seguida, el artículo 474 establece: Accidente de trabajo es toda lesión orgánica o perturbación funcional, inmediata o posterior, o la muerte, producida repentinamente en ejercicio, o con motivo del trabajo, cualesquiera que sean el lugar y el tiempo en que se preste. Quedan incluidos en la definición anterior los accidentes que se produzcan al trasladarse el trabajador directamente de su domicilio al lugar del trabajo y de éste a aquél. Más adelante, el artículo 475 indica: Enfermedad de trabajo es todo estado patológico derivado de la acción continuada de una causa que tenga su origen o motivo en el trabajo o en el medio en que el trabajador se vea obligado a prestar sus servicios.

Lo anterior quiere decir que si bien es cierto una explosión en el interior de la planta, el corte que realicen unas afiladas cuchillas o el golpe que pueda recibir el obrero con un tubo de metal dentro de las instalaciones de la empresa, también es cierto que se reconoce como riesgo de trabajo los accidentes que sucedan cuando el obrero o trabajador va rumbo a la empresa o a su domicilio, en el itinerario lógico de viaje, al entrar y salir a sus labores. Conste, he sabido de empresas que niegan o desconocen el riesgo, a pesar de que el accidente ocurrió justo a la puerta de la empresa, según porque al caer de un transporte público, no se encontraban laborando. ¡Apenas iban al trabajo!

También debemos destacar que la misma ley laboral reconoce como riesgo de trabajo y en consecuencia, reconoce los problemas que de ello se derivan, cuando el trabajador sufre una enfermedad que tiene su origen en las condiciones de trabajo.

Aquí es donde más existe desconocimiento, mala fe, ignorancia y apatía de todos los interesados en el asunto.

Un trabajador que se desempeña en las mismas funciones por un tiempo más o menos prolongado, es decir, dos o tres o más años y, que a consecuencia de sus labores contrae una enfermedad, como puede ser cáncer, afección en los pulmones, problemas digestivos, debilidad de músculos, ceguera, sordera, pérdida del olfato y muchas, pero muchas más enfermedades, ese trabajador tiene derecho conforme a la ley, a que le sea reconocida su enfermedad como riesgo de trabajo.

En los casos en que la empresa cubre prestaciones en especie o en efectivo por riesgos de trabajo, los obreros y demás trabajadores están siempre atentos a advertir aquello de lo que puedan obtener ventaja. Más de una empresa grande ha tenido que modificar sus esquemas de labores a consecuencia de los altísimos costos de las enfermedades de trabajo. Sobre todo, en las empresas siderúrgica, metal-mecánica, de altos hornos y otras de ese tipo.

Sin embargo, en los casos en que las empresas han optado por subrogar sus obligaciones en el Instituto Mexicano del Seguro Social, ahí no existe el pago en efectivo por los daños ocasionados al empleado. Sin embargo, existe la pensión en los casos en que ya no puede desempeñar su trabajo y eso también es motivo de costo o pasivo para las empresas.

Ahora bien, lo cierto es que si el patrón es responsable de que el obrero haya perdido su capacidad de ganancia habida cuenta de las enfermedades adquiridas a su servicio, lo justo será que el patrón cubra los costos, los gastos y en su caso, las pensiones. Ya de su propio peculio, ya subrogado en el Seguro Social.

Claro, la pensión que otorga el Instituto Mexicano del Seguro Social es directamente proporcional a las cuotas cubiertas conforme al salario declarado por el patrón. Si el patrón, según para que usted no pague tanto de impuestos lo da de alta en una de esas outsourcing que lo declaran con salario de ochenta pesos diarios para que tenga seguro pero usted percibe más de quinientos pesos, tome en cuenta que lo que están haciendo, su patrón, la outsourcing y usted, es un fraude a la seguridad social del país que, a la larga, a usted es a quien más va a perjudicar, pues su pensión será de un porcentaje de esos míseros ochenta pesos diarios y no, nunca, de los más de quinientos que realmente ganaba.

Todo mundo opina que el Seguro Social está quebrado. Todos dicen que no sirve. Pero todos quieren que no cobre y buscan hacerle fraude. Claro, lo ideal sería que el salario no fuera el determinante para las pensiones, si no lo que realmente necesita la gente para llevar una vida digna. Eso, es materia de otra nota. Eso ya lo hemos comentado y está listo y esperando salir a la luz pública por medio de quien tenga la voz suficiente para hacerlo valer.

Me gustaría conocer su opinión. Vale la pena.

http://mexicodebesaliradelante.blogspot.com

José Gómez Porchini
es Mexicano. Catedrático. Presidente del XIX Consejo Directivo del Colegio de Abogados de Monterrey, A.C. Director General de Calmécac Asesores Profesionales, S.C. Maestro en Derecho Constitucional y Amparo.

Espionaje, elecciones y Política de Protección de Datos en la UE



Autor: Teresa M.G. Da Cunha Lopes

Titulo: Espionaje, elecciones y Política de Protección de Datos en la UE


El miércoles 25 de enero del 2012 , la Comisaria europea de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía, Viviane Reding, presentó en Bruselas “una iniciativa monumental” acerca de la protección de datos personales.

Una medida que pretendía (¿pretende?) cambiar para siempre lo que entendemos por protección de datos y que trata de regular el nuevo derecho al olvido en la era de Internet, colocando este a par de los cuatro principios pre-existentes y conocidos como Principios ARCO.

Dicho de otro modo, ¿tenemos derecho a hacer que desaparezca de la Red todo lo que tiene que ver con nosotros, lo que hubiésemos subido quizá hace mucho tiempo, pero también los que otros hayan subido sobre nosotros y que nos da vergüenza?

La “iniciativa monumental” de Reding consiste en dos normativas que se presentaron en el Parlamento Europeo:

a)la primera, una directiva referente a la utilización de los datos personales por parte de las autoridades judiciales y de la policía;

b)la segunda, un reglamento que establece las modalidades según las cuales los particulares podrán gestionar los datos que les incumban en sus relaciones con las administraciones, las empresas y las redes sociales.

Sin embargo, de momento estas dos normativas se encuentran en “la congeladora”. ¿Porqué?

La primera razón consiste en lo que el Diario español El País define como : ““La mayor campaña de lobby que se recuerda en Bruselas” la lleva a cabo la administración norteamericana y las “grandes firmas estadounidenses (Google, Microsoft, Facebook, etcétera)” que “maniobran para que la norma europea no cercene su principal negocio: nutrirse de los datos de quienes navegan y explotarlos con fines comerciales” (1)

La segunda razón reside en el escándalo del espionaje de EE.UU revelado por las filtraciones del ex-analista Edward Snowden .

El caso de la cibervigilancia ejercida por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), revelado por The Guardian (2) y The Washington Post (3) , tan sólo es un (entre otros) aspecto de la intrusión de los servicios de inteligencia estadounidenses en la vida privada de los europeos. Y, parece ser que a los Gobiernos europeos y a la Comisión Europea les cuesta oponerse a estas prácticas o directamente las consienten.


Esta intrusión y la manera como nuestros gobiernos nacionales , y la propia Comisión, responden politicamente a esta crisis puede ser un elemento determinante en las opciones electorales de los ciudadanos de los países inmersos en campañas electorales decisivas.

Un ejemplo de este impacto, es la actual , y muy complicada, situación electoral en Alemania.

A cinco semanas de que se celebran las elecciones legislativas en Alemania, el escándalo tiene una gran repercusión sobre la campaña electoral. Der Spiegel (4)acusa a la canciller Angela Merkel de haber estado al corriente del espionaje de la NSA y de haber rechazado la responsabilidad del socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, que fue jefe de la Cancillería en 2002.

O sea, muchos alemanes se colocan la cuestión:¿ Es el Gobierno alemán de Merkel (y, en particular el Servicio Federal de Inteligencia alemán , el BND), víctima o cómplice de la NSA?

Las respuestas que ayer, 12 de Agosto 2013, escuchamos de Ronald Pofalla , Jefe de la Cancíllería y patrón del BND,, en su comparecencia ante la a comisión de investigación de los servicios secretos del Bundestag no convincieron ni a los legisladores, ni a los medios ni a la opinión pública.

Pero esta situación no es exclusiva a Alemania. En la misma columna de opinión escrita por Roland Nelles, el Der Spiegel publicó el fin de semana que varios otros países de la Unión Europea están entre los principales objetivos del espionaje estadounidense. La lista secreta con las prioridades de la NSA, a la que accedió la revista alemana, fue elaborada en abril de este año y estaba en poder de Edward Snowden.En una escala de 1 (máximo interés) a 5 (bajo interés), Alemania ocupa un nivel medio al nivel de Francia y por delante de Italia o España.

La cuestión principal reside en saber : ¿cual la verdadera extensión del espionaje de la NSA sobre los países aliados de la Unión Europea, muchos de ellos fuertes aliados de los EE-UU. dentro del marco del Tratado del Atlantico Norte (OTAN)? Y, ¿Cuál es la respuesta de la Unión a esta violación de los Derechos Fundamentales de sus Ciudadanos?

La extensión del espionaje de EE.UU sobre sus aliados está practicamente establecida y su magnitud conocida. La respuesta de la UE y de los Gobiernos nacionales de los Países-Miembros no está tan clara.

La Comisión Europea repitió el lunes 10 de junio que estaba “preocupada” por el asunto PRISM, el programa estadounidense de vigilancia electrónica dirigido por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) con el que podía acceder a datos de extranjeros, sobre todo europeos.

Que la Comisión esté “preocupada” es natural, todos estamos “preocupados”. Pero lo que preocupa a los ciudadanos es que la UE congele, desde el 6 de Junio , o sea desde la reunión en Luxemburgo, su nuevo proyecto de protección de datos personales.

El reglamento sobre protección de datos o DPR (Data Protection Regulation), que lleva debatiéndose desde hace dieciocho meses en el seño de las estructuras comunitarias en 25 reuniones, ha sido objeto de 3.000 enmiendas y divide a los Gobiernos nacionales de los Países-miembros de la UE.

Los ministros de Justicia de los Veintisiete se habían reunido unas horas antes de las revelaciones del antiguo empleado de la CIA Edward Snowden en el diario británico The Guardian, que quizás habrían permitido acercar sus divergentes puntos de vista.

El Reino Unido y los Países Bajos consideran que el proyecto de Reding ( Viviane Reding es la Comisaria de Justicia de la UE), penaliza demasiado a las empresas.

Francia quiere que se preste más atención a las redes sociales. La Alemania de Merkel estima que los textos son demasiado imprecisos…

Ante las revelaciones sobre PRISM, podemos afirmar que las capitales europeas continuan con sus acostumbradas diferencias y que la Comisión con su tradicional uso del labirintico y hermético lenguaje burocratico comunitario. , pero que no aterrizan ni muestran coluntad política en una posición común que defienda los derechos de los ciudadanos. La única declaración común, ha consistido en un vago reconocimiento de que están “preocupadas” .

Podríamos pensar, que dada la “timidez” de los poderes ejecutivos, veríamos una reacción robusta desde las trincheras delParlamento Europeo.

Destila “cierta ironía”,tal como comenta Der Standard,un periódico austríaco(4), la petición que el 10 de junio realizaron varios eurodiputados en el Parlamento Europeo para que se reaccionase ante las revelaciones sobre la vigilancia de las comunicaciones electrónicas realizada por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense y se instalen mecanismos de control.

Con efecto, dicho control no empezó a ejercerse el día anterior, pues ya en 2001 el Parlamento puso en marcha una comisión sobre el sistema de espionaje internacional Echelon.

Es que lo que estamos viviendo es una situación de déjà vu
.

Lo que la Comisión, Reding y el Parlamento Europeo dicen hoy , ES EXACTAMENTE lo mismo que dijeran en el 2000 cuando se desvelaron las actividades europeas de Echelon (5) , una red anglosajona de vigilancia global de las telecomunicaciones.Por entonces, Londres se había aprovechado de su relación privilegiada con Washington para espiar a sus rivales europeos. Las dos capitales lo negaron; los dirigentes europeos prefirieron olvidar que el responsable de la encriptación de las comunicaciones de la Comisión había declarado que existían “muy buenos contactos con la NSA”, que habría tenido acceso libre a información supuestamente confidencial del Ejecutivo europeo.

Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, que Echelon no pudo prevenir, los europeos, a veces de forma voluntaria y otras veces obligados, concedieron importantes transferencias de datos a las autoridades estadounidenses, en nombre de la lucha contra el terrorismo. En 2006, descubrían que Washington tenía acceso en secreto desde hacía cinco años a la información de Swift, una empresa con sede en Bélgica y que garantiza los flujos financieros entre los bancos del mundo entero.

Cuando pasó el choque psicológico y, la aceptación política resultante, y tras una difícil negociación, se firmó un acuerdo en 2010. A partir de entonces, los europeos podrían evaluar la pertinencia de las solicitudes estadounidenses, un responsable de los Veintisiete estaría presente en la capital federal estadounidense para ejercer un control, se realizarían una evaluación.

Precisamente, en el momento actual la UE intenta negociar con Estados Unidos la posibilidad de que los ciudadanos europeos puedan corregir, por la vía judicial, los datos personales que poseen las empresas privadas estadounidenses y que fueran erróneos. Derechos perfectamente adquiridos sobre el territorio de la Unión, a través de los Principios ARCO protegidos en las Directivas UE sobre Protección de Datos .

Y, parece que no ha aprendido nada con las lecciones de la situación del 2000-2001.O, podríamos pensar que no quiere aprender.

Tenemos entonces que preguntar: ¿Son los Gobiernos nacionales de los Países-Miebros de la Unión Europea víctimas o cómplices de Estados-Unidos?

Es una respuesta a que tenemos derecho. Es una respuesta que podemos y debemos exigir a los políticos que con nuestro voto se transformaron en nuestros representantes y que con nuestro voto se sientan en los parlamentos y gobiernos democraticamente electo .

NOTAS

(1) Edición electrónica del 21 de julio del 2013 consultada en http://internacional.elpais.com/internacional/2013/07/21/actualidad/1374420934_701911.html

(2) el historial de los artículos del The Guardian sobre el caso Snowden y sus repercusiones puede ser consultado en http://www.theguardian.com/world/edward-snowden

(3) El editorial del Washington Post http://www.washingtonpost.com/opinions/how-to-keep-edward-snowden-from-leaking-more-nsa-secrets/2013/07/01/4e8bbe28-e278-11e2-a11e-c2ea876a8f30_story.html

(4) Artículo ” NSA- Abhörskandal:Die zwei Gesichter der Angela M. ” , Columna de Opinión de Roland Nelles in Der Spiegel , publicada el 9 de agosto 2013 y consultada en http://www.spiegel.de/politik/deutschland/kommentar-zu-merkel-und-der-nsa-affaere-angelas-zwei-gesichter-a-915695.html, el 12 de agosto 2013

(5)Artículo “Prism: Kritik und Aufregung in europa ” publicado por Der Standard el 9 de Junio 2013 y que puede ser consultado en la dirección http://derstandard.at/1369363124892/PRISM-Kritik-und-Aufregung-in-Europa

(6)Informe del Parlamento europeo “sobre la existencia de un sistema mundial de interceptaciÛn de comunicaciones privadas y econÛmicas (sistema de interceptaciÛn ECHELON) (2001/2098(INI))”, 2001 que puede ser consultado en la dirección http://www.europarl.europa.eu/sides/getDoc.do?pubRef=-//EP//NONSGML+REPORT+A5-2001-0264+0+DOC+PDF+V0//ES

Teresa Da Cunha Lopes
es Doctora en Derecho. Profesora-Investigadora de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la U.M.S.N.H. e Investigador del Centro de Investigaciones Jurídicas y Sociales(CIJUS). Miembro del S.N.I. y Perfil PROMEP. Coordinadora del Cuepo Académico "Derecho,Estado y Sociedad Democrática". Directora de la Revista DBN y de la Revista RICJ